Corrían los años 90 y en España comenzó a suscitarse una necesidad bastante particular. Los diferentes estamentos sociales clamaban tímidamente por la concreción de festivales que se posicionarán a la altura de los grandes hitos de la música, cuestión que, tras largos años de ensayos y errores, ha dejado una amplia parrilla programática en el territorio ibérico.
Uno de los grandes hitos de esta historia se remonta a 1994. Durante dicho año, la ciudad de Barcelona se preparaba para recibir al festival Sónar, una de las instancias más importantes de la época y de la actualidad. De esta manera, la industria de los festivales musicales ha ido en aumento y los últimos años han dejado cifras bastante decidoras.
Durante el año 2016, por ejemplo, la industria de los festivales musicales dejó en el territorio español la impactante suma de 223 millones de euros. Si lo contrastamos con los datos provenientes del 2015, en que el ingreso por este tipo de actividad fue un 30% menor, podemos darnos cuentas del lugar cada vez más importante que ocupa la música en la vida de las personas.
El año 2017 en tanto, no fue muy diferente y mantuvo la tendencia al alza. Alrededor de 800 festivales diferentes se pudieron presenciar en el territorio español, alcanzando un récord inédito de asistencia en varios de ellos. Festivales como el MadCool, Alrumbo y Sónar, por ejemplo, superaron los 100 mil asistentes en su versión pasada.
Por otro lado, algunos de los eventos más importantes y populares de la actualidad como el Viña Rock y el Primavera Sound superaron la barrera de los 200 mil asistentes. Finalmente, para terminar de hacernos una idea, el Arenal Sound alcanzó por segundo año consecutivo recibir a más de 300 mil personas.
Con estas cifras explosivas y una sucesión de años en firme crecimiento, muchos podrían preguntarse cuál es el techo que detendrá a esta industria. La verdad es que aunque los datos parecen bastante reveladores, hay algunos que señalan que se avecinan años de estancamiento y que se debería de poner paños fríos a las desorbitadas expectativas.
Algunos expertos han propuesto que estamos en un momento de la historia musical sumamente único. Para estos, se ha alcanzado una especie de burbuja a raíz de las grandes inversiones realizadas y las escasas ganancias que tienen los organizadores. Esto se debe a la gran necesidad de revitalizar el sector tras los austeros tiempos que dejó la crisis.
De esta manera, la tendencia de inversiones debiera mantenerse en los próximos años y no se puede proyectar si habrá variaciones en los retornos de las distintas empresas. De todas maneras, esta gran popularidad alcanzada por los festivales puede ser una inversión segura para grandes patrocinadores y comenzar a reforzar el apoyo económico de estos eventos.
Por supuesto, a los que somos amantes de la música no nos queda más que apoyar a los artistas y disfrutar de la gran paleta de posibilidades existente en la actualidad. Con una cantidad tan grande de festivales diferentes, se hace difícil pensar en abordarlos todos en tan solo unos pocos años.